Albura es una iniciativa que pretende ofrecer cuidados y apoyo profesional en el ámbito familiar, especialmente en momentos clave como los primeros días en casa tras el parto, las dudas con respecto a los cuidados del bebé, la necesidad de resolver cuestiones relacionadas con salud y bienestar de los distintos miembros de la familia, el apoyo en situaciones especiales como ingreso hospitalario, viajes, administración de medicación, medidas nutricionales así como tener un contacto y apoyo disponible vía telefónica fuera de los horarios y días laborales habituales. Tengo la certeza de que muchas situaciones pueden resolverse en casa con un acompañamiento adecuado y cercano. Cada familia tiene unas necesidades especificas y requiere una atención adecuada a su propio ritmo, donde un apoyo personalizado es clave. Ojalá muchas familias hagan florecer esta semilla, pequeñita, ¡pero con mucho amor!
Como se suele decir, no llegamos a este mundo con un libro de instrucciones. El mapa de ruta lo vamos construyendo en familia, juntos, tomando decisiones. Uno de los aspectos que suele generar preocupación en las familias es el tema de la salud, la enfermedad y todos los matices que hay entre ambos. Sobre todo al principio, cualquier detalle puede ser muy alarmante, con la ansiedad que ello genera. Con el tiempo y aprendiendo sobre la marcha, logramos ir orientando el mapa, que parece nuevo cada vez. Pero quizás, con un poco de apoyo y “las herramientas adecuadas”, el camino se vuelve más llevadero. El proyecto Albura busca ser un apoyo en ese andar, ofreciendo asesoramiento, opciones y sobre todo, tranquilidad y confianza.
Una semilla. Este proyecto comenzó como una semilla que se plantó cuando fui madre por primera vez. Pasó desapercibida un tiempo, con el ir y venir del día a día, las prisas y los “tengo que”. Mientras me acompañaban con mucha cercanía en las dificultades de mi lactancia, tuve la oportunidad de apoyar a otras familias, formarme como Monitora de Lactancia Materna y seguir investigando en esta línea profesionalmente. Tras varios intentos por contribuir al sistema como profesional de la enfermería, la semilla brotó. Pasamos a ser familia de 4 y entonces una idea se instaló para no marcharse: unificar el anhelo de continuar apoyando a las familias utilizando las habilidades y destrezas de mi profesión. Así nació Albura.
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